martes, 23 de septiembre de 2008

La gestión del tiempo y la atención

Podemos culpar a muchos factores de nuestra falta de tiempo, desde tecnológicos a sociales. Es cierto que los sistemas de información actuales nos saturan de información y nos desconcentran fácilmente, somos "demasiado" fácilmente localizables. Y además vivimos en una sociedad que cada vez va más deprisa, dotando de un valor, a mi entender excesivo, al éxito, al "mejor" y al bien posicionado. No me malinterpetéis, creo que los sistemas de información son una gran herramienta; y premiar a la gente que hace las cosas bien, también es algo bueno. Sin embargo, cuando los medios se convierten en fines, la cosa se desestructura.
Como el otro día leía en el blog de Habitos Vitales, la bandeja de correo electrónico, no es un espacio de trabajo. Y no hay que tratarlo como tal. Ciérrala. Si estás todo el rato pendiente de los correos electrónicos, y te dedicas a contestarlos, no vas a conseguir concentrarte en lo que estas haciendo, lo cual te hará extenderte durante horas para acabar una tarea que no debiera llevarte más de una hora. Con el teléfono, debería ser algo similar. Sé que muchas veces no nos podemos encerrar de esa manera, ya que hay gente que nos puede necesitar realmente. Pero siempre hay soluciones, qué tal poner una autorespuesta de que si es algo urgente que te llamen por teléfono. Y todas las llamadas telefónicas, si no es algo urgente, decir que llamaras luego.
Ordenando nuestras actividades por grupos, lograremos una mayor eficiencia. Es un ejercicio que nos quitará unos minutos por la mañana pero que nos ahorrará mucho tiempo a lo largo del día.
Enlanzando este tema, creo que también es importante el gestionar nuestros proyectos semanales. Probablemente también lo leí en Habitos Vitales, hay una muy buena forma de afrontar el comienzo de la semana que es el de colocar tus proyectos, como piedras en un tarro. ¿Cómo lo harías? Primero colocando las más grandes, luego las pequeñas y luego la arena, la arena vendría a ser todas estas actividades inherentes a lo que hacemos pero que no se puede adjudicar a ningún proyecto en concreto (leer emails, contestar al teléfono, pequeñas reuniones no agendadas,...) De esta manera podemos trabajar sabiendo cuáles son nuestras prioridades. Si os gusta este sistema, tenéis que echar un ojo al tema de GTD de David Allen, que habla de cómo nuestro cerebro no está preparado para memorizar información y gestionarla desde ahí. Nuestro cerebro está hecho para procesarla, así que es más eficiente sacar toda esa información de nuestro cerebro, y crear listas de cosas a hacer, ordenadas por prioridades. Muchos pensarán que ya es tarde para inventar la rueda, pero bueno, aquí casi todos andamos con ruedas cuadradas aun.
Para cerrar esta entrada, quiero enfatizar la idea que subyace a todo esto. No nos falta tiempo, nos falta atención. No podemos centrarnos en las cosas que estamos haciendo, se nos interrumpe constantemente, y cambiamos de tarea muy fácilmente. El multi-tasking, me parece una soberana estupidez si eres incapaz de hacer bien la mitad de las tareas. Está bien el poder gestionar un par de cosas a la vez, siempre que tengas tus prioridades claras. Pero lo que es más importante, es concentrarte en lo que haces. Y, ¡acabar lo que empiezas sin dejarlo para mañana! La falta de concentración, también nos induce a la procrastinación (el postponer constantemente nuestras tareas), tema también muy desarrollado en Habitos Vitales.
Para. Piensa. Ordena. Piensa de nuevo. Actúa.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Líder AWAKE

Uno de los temas que más me interesa en el terreno del funcionamiento de las organizaciones es el de liderazgo. Cómo podemos cultivar a una serie de personas que “tiren” de sus equipos. Sin embargo, muy a menudo nos perdemos en un sin fin de disertaciones sobre qué atributos tiene que tener un líder, y, la verdad, hay varios tipos de enfoques, todos ellos válidos. Para mi gusto hay unos que funcionan mejor a largo plazo, lejos del liderazgo orientado a las tareas, me convence más un liderazgo que mueva los espíritus del equipo que realizará las tareas.
El otro día leía en la revista del ISPI un artículo sobre un liderazgo “awakened” (despierto). Decía que este tipo de liderazgo es el tipo de liderazgo de los líderes como Buda o Cristo, un liderazgo que pasa del orientado a las tareas, y entra en un liderazgo de relaciones, pero aun más, lo lleva a los stakeholders. Citan a Thankappan: “los líderes espirituales... valoran su propio su propio crecimiento además del desarrollo de su relación con un poder mayor. También expresan el deseo de elevar y desarrollar a sus seguidores, stakeholders y sociedad en general.
Los cinco niveles de un líder AWAKE son los siguientes:

Analyze (Analizar) - El líder debe comenzar con un proceso de conocimiento propio, hallando sus áreas de mejora y trabajarlas. Para eso no hay un método concreto, puede ser la meditación, reflexionar en la naturaleza, o meterse en una habitación en silencio. Lo único que se requiere es dedicarle el tiempo suficiente. Descubrir quienes somos y no lo que somos, encontrar que es lo que sabemos, las que no, lo que nos gusta, lo que no,... Nos turbarán algunos pensamientos malos, pero es normal, no hay que desanimarse. Hay que recordar que no hay luz sin tinieblas, ni bueno sin malo, ni felicidad sin tristeza. Los verdaderos líderes se conocen a sí mismos.

Weave (Tejer) - Esto haría referencia a la conexión de uno mismo con la realidad. Estando en los lugares, no sólo físicamente, sino con todo el ser. Entender que todos los momentos merecen la pena, y todos los momentos deben ser vividos hasta su final, sin prisa. Esto nos permitirá darles a los demás toda nuestra atención y además, vivir mejor. Por ejemplo, el conducir tu coche no debe ser un acto de ir un sitio a otro, si no un momento que se puede disfrutar. Si conducimos pensando solo en llegar, sacrificaremos el viaje por llegar.

Assess (Juzgar) - Aquí empieza el proceso de análisis externo. Una vez el líder ha progresado en su conexión interna, puede empezar a enfocarse en los otros. El líder “awakened” debe entender que el tema de liderazgo va tanto de liderar como de seguir. Sin seguidores no hay líderes. Y el líder debe entender que habrá momentos en que tendrá que seguir a sus seguidores, y dejarse liderar por ellos, sin enfadarse ni sentirse amenazado. El líder debe practicar la humildad no como una forma de orgullo encubierto, si no como la cualidad aprendida al haber estado expuesto a la vida, a la contemplación profunda, al propio conocimiento, y al sentido unitario con todo. Actuando con el entorno los líderes aprenden cual es el mejor estilo de liderazgo según las circunstancias.

Key (Armonizar) - El líder debe elegir bien el tipo de liderazgo que aplica en cada momento. Se habla de cuatro tipo de liderazgos que el líder deberá gestionar (LEAD):
Laissez-faire (dejar hacer), Empático, Autoritario, Democrático. Cada uno de estos estilos servirá a un propósito en una circunstancia en particular.
También se comenta la necesidad de no penalizar los errores buscando culpables, si no realizar diagnósticos para determinar la raíz del problema; en vez de asumir que los jefes tiene todas las respuestas, asumir que todos tienen respuestas, y preguntas.

Exalt (Exaltar) - Cuando el líder ha probado su valía, y sus seguidores lo soportan hay un proceso continuo de crecimiento para todos los stakeholders. Esto no quiere decir que no haya retrocesos, la vida sigue y no todo es predecible, pero cuando los haya los cambios podrán ser tomados más rápidamente. La gente estará alineada, y estos seguidores se convertirán también en líderes awakened.